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Elegir el mazo que decida el consultante o no

Es un interrogante difícil de resolver. Por ende, iremos por partes. En caso de que, por ejemplo, logremos intuir o percibir que quien está consultando tiene algunas nociones, así sean básicas, de lo que es el tarot, sería recomendable realizar la tirada con el mazo que elija.

Sin embargo, también sería aconsejable hacerle saber cuál es el mazo más propicio para su situación concreta. Si, de todas maneras insiste, lo mejor será tirar las cartas con el mazo que nos indique, advirtiéndole que las revelaciones podrían no ser las más exactas. 

¿Los resultados podrían no ser los más certeros? 

Creemos que, en caso de realizar la sesión esotérica con una baraja que no nos parece conveniente, lo más indicado será advertirle al consultante que las adivinaciones y predicciones podrían no ser las más certeras. Esa es la mejor manera de salvar nuestra ética profesional y, de paso, nuestra reputación como tarotistas. Sin embargo de lo anterior, algunos expertos recomiendan no hacer la tirada.

Y lo recomiendan, porque, para mencionar un ejemplo ilustrativo, digamos que un médico no puede practicarle a un paciente la terapia que este decida. Semejante proceder sería notoriamente antiético desde la perspectiva profesional. Así las cosas, en el ámbito del tarot, todo dependerá de las consideraciones particulares del tarotista. No obstante, existe un camino alternativo para solucionar esta disyuntiva. 

¿Qué hacer si no hay un acuerdo?

En tal caso, hay una solución bien interesante. Se trata de proponerle a quien está en consulta, que se lleve a cabo la tirada con una tercera opción, es decir con otro mazo diferente al propuesto por él y al propuesto por nosotros. Sin embargo, es posible que el desacuerdo persista. En este caso, cada tarotista deberá tomar una decisión acorde con sus conocimientos. Podría hacer la tirada o, bien, decirle a consultante que no la hará.

En este punto de la exposición, es muy importante hacer una salvedad. Desafortunadamente, hay algunos tarotistas un poco inescrupulosos que, por el solo ánimo de ganar dinero a como dé lugar, realizan la tirada como sea, es decir, con el mazo que el cliente desee. Pero, este es un asunto que se sale de la esfera de un curso de tarot, como el que estamos desarrollando en estos momentos. 

Decirle al consultante que vuelva en otra oportunidad

Podríamos sugerirle que lo piense y que, si lo desea, regrese en otra oportunidad. Es una estupenda opción, porque quien nos está consultando podría pensarlo mejor y, de paso, concientizarse de que el camino que propone no es el más adecuado. Es posible que no regrese, pero es lo más ético desde el punto de vista profesional.

Y es probable que no regrese, porque, muchas veces, los consultantes suelen solicitar una tirada por un impulso de momento y de esto debemos estar conscientes. En fin y a todas estas, no se trata de un asunto fácil de resolver. Sin embargo, lo mejor es recurrir a la ética profesional, antes de engañar a una persona que desea consultar a este estupendo oráculo.

Si no regresa, ya vendrán muchos más consultantes, si es que somos competentes y tenemos una buena reputación como tarotistas. Reiteramos: antes que cualquier consideración, debemos ser honestos y, como consecuencia, éticos en nuestro proceder, porque el mismo tarot nos lo podría cobrar más adelante. Recordemos que este oráculo “tiene vida propia” y no debemos abusar de él, ni de nadie.